No es suficiente gritar
reclamarle
al viento
en una
avenida vacía de verano
Ni pedalear
más fuerte
hasta
desgarrar cada fibra isquiotibial
que quiere
aullido
pero solo
arde
No es
suficiente la rutina
un invento
cotidiano
del que
siempre hay más
de lo único
que siempre hay más
como la
lluvia
O una
novela antes de dormir
solamente
para no soñar
O inventar
un hogar
para sentir
que pertenezco
que está
conmigo todavía
el par de
ojos amarillos de mi gato muerto
o un pecho
donde dormir a la vera de un río
o un sueño
que de recuerdo
se me
crispa el cuerpo entero
y ahora son
todos los músculos los que queman
Y tengo que
huir
esa
maldita
costumbre
Ni el
silencio
ni el
silencio es suficiente
porque el
dolor
el dolor
carga con todo
no se puede
hablar del dolor
el dolor se
lo lleva todo
No se puede
hablar del dolor
del
desgarro
de lo
incomprensible
de lo
imponderable
Porque del
dolor y del amor solo se puede hablar
cuando ya
no están
cuando ya
no es necesario
cuando ya
no se tiene nada para decir.
gaita
dic 23